Colombia y Abbott. El caso Kaletra
Ya desde este blog hemos visto como el precio de los tratamientos supone una importante barrera de acceso para millones de personas, como las leyes internacionales de protección de la Propiedad Intelectual (PI) benefician los intereses de unos mientras niegan la salud a muchos otros. Hoy queremos acercaros un caso concreto en el que la sociedad civil organizada en Colombia luchó durante más de 4 años contra el laboratorio Abbott en defensa de los derechos humanos.
Antes de comenzar vamos a recordar algunos conceptos.
¿QUÉ ES KALETRA?
Es un medicamento cuya función es evitar que las células que estén infectadas con el VIH, produzcan más virus, reduciendo así la cantidad de virus en el cuerpo.
Es una combinación de dos principios activos; lopinavir y ritonavir.
¿QUÉ SON MEDICAMENTOS GENÉRICOS?
Son medicamentos con la misma composición, eficacia terapéutica, seguridad y calidad que el original o de marca. Se pueden fabricar y comercializar libremente una vez finalizada la patente del original. El precio ya es mucho menor y el problema del acceso se minimiza.
¿QUÉ SON LAS PATENTES?
Una patente es un derecho que concede un Estado para ejercer un monopolio comercial al inventor, en este caso del fármaco. Así durante 20 años tendrá derecho a la comercialización exclusiva del medicamento inventado, considerado un seguro para que la industria farmacéutica recupere la inversión realizada en el proceso de investigación.
¿QUÉ SON LOS ADPIC?
“Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio”
Acuerdos para permitir que países en crisis sanitarias se salten las patentes, facilitando el acceso a esos medicamentos a la población afectada.
¿QUÉ SON LAS LICENCIAS OBLIGATORIAS?
Permiso que da un gobierno para producir un producto patentado o utilizar un procedimiento patentado sin el consentimiento del titular de la patente. Se trata de una de las flexibilidades que permite el Acuerdo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre la Propiedad Intelectual.
El titular de la patente sigue teniendo derechos sobre ella, incluido el de recibir un pago por las copias autorizadas de los productos.
La persona o la empresa que solicite una licencia tiene que haber intentado previamente negociar, en términos comerciales razonables, una licencia voluntaria con el titular de la patente. Sólo si ello no es posible puede emitirse una licencia obligatoria.
Los países que no puedan fabricar esos productos farmacéuticos podrían obtener copias más baratas en otro lugar si fuese necesario. (importaciones paralelas).
¿QUÉ HA OCURRIDO EN COLOMBIA?
Se estima que en Colombia más de 23.000 personas necesitan tratamiento antiretroviral.
El laboratorio Abbott realizó durante el 2008 una gran campaña promocional, entre sanitarios y pacientes, del antiretroviral Kaletra, provocando la prescripción prioritaria frente a otros de menor precio y también efectivos frente al avance del VIH, perjudicando a pacientes por su elevado precio y los problemas creados de acceso al tratamiento; además de provocar una elevación del gasto farmacéutico en el país.
El Kaletra es un buen antiretroviral pero no el único y el precio marcado en Colombia por este laboratorio dueño de su patente, lo hace inaccesible para el sistema de salud y los pacientes de este país.
La sociedad civil colombiana bien organizada e inquebrantable, aún teniendo muchas trabas administrativas del propio gobierno, ha continuado su lucha desde el 2008 hasta ahora, solicitando una licencia obligatoria para poder conseguir un tratamiento adecuado a bajo coste para las personas con VIH.
El primer logro conseguido fue que el gobierno renegociara con el laboratorio, bajando estos el precio de una manera importante. De 4.000€ a 1.000€ lo que supuso un ahorro anual de 10 mill $ para el gobierno colombiano.
Anteriormente el coste anual del tratamiento con Kaletra para un paciente en Colombia era mucho mayor que en otros países:
4.000€/paciente/año en Colombia.
1.400€/paciente/año en Brasil, Ecuador
1.200€/paciente/año en Perú
Otros tratamientos pero con genéricos se pueden reducir hasta 300€/paciente/año
En 2010 el gobierno colombiano dictó el Decreto 1313 que incluso permite las importaciones paralelas.
Y el último logro, ahora en 2012 ha sido que se condene al Laboratorio Abbott y al Ministerio de Salud Colombiano por violar los derechos colectivos a la salubridad pública, en el caso Kaletra, al mantener su precio por encima del precio de referencia internacional.
La Fundación colombiana IFARMA (Instituto para la Investigación del Medicamento en los Sistemas de Salud) y la sociedad civil continuarán reivindicando el derecho a la salud, apelando ante el Tribunal Superior por el acceso al medicamento genérico lopinavir / ritonavir; a un precio verdaderamente asequible.
CONCLUSIÓN GENERAL
El sistema de salud y acceso a medicamentos debe ser regulado y controlado por los gobiernos y leyes internacionales, no puede dejarse en manos privadas, la solución de los problemas de salud de la sociedad, ya que las industrias farmacéuticas son entidades con ánimo de lucro y el beneficio económico siempre prevalecerá frente a las vidas humanas y sus derechos en salud.
Se debe combatir de manera conjunta la corrupción que existe en el sistema de investigación y desarrollo, así como la posterior comercialización de los medicamentos. Adecuar leyes a la realidad en salud y no tanto a la comercial y económica.
Este modelo actual de I+D con la industria farmacéutica es insostenible no solo en los países empobrecidos sino en Europa y EEUU también.
La innovación en el área de la salud no se puede regular como en otro tipo de producto, si el producto creado es una necesidad básica en salud, debe ser accesible desde el primer momento y para todas las personas del planeta por igual.
Actualmente el factor principal que afecta al acceso a medicamentos en países del Sur, es su precio elevado.
Si quieres conocer más a fondo el caso Kaletra, te invitamos a ver nuestro documental «El Medicamento, un derecho secuestrado». (ver trailer).- Puedes solicitarlo en info@farmamundi.org.
Firma: Chelo Díez Chao. Farmacéutica y técnica de Farmamundi.
Comentarios (1)
Un buen ejemplo de la necesidad del trabajo de las organizaciones y personas de la sociedad civil para vigilar y defender los derechos humanos, en este caso el derecho a la salud.