Formación en salud materna, sexual y reproductiva de las mujeres en Guatemala
Una experiencia de voluntariado gracias al “Programa de Voluntariado en Cooperación para el desarrollo de Empleados Públicos de la Administración de Castilla y León” financiada por la Junta de Castilla y León
“Tras romper el hielo con una dinámica de presentación, participé en una jornada demostrativa de alimentos con las mujeres beneficiarias de huertos familiares, donde explicamos los principios y propiedades básicas de nutrición y de diferentes alimentos típicos que se manejan en la zona. La parte más divertida llegó con un taller de cocina con diferentes recetas donde el hongo ostra era el protagonista. También se realizaron unas encuestas a las mujeres sobre los hábitos alimenticios en sus familias y la entrega de diplomas y semillas del hongo ostra a cada mujer”, cuenta José Antonio Aguilera Mellado, Chiqui, como le conoce todo el mundo, médico de profesión y que ha colaborado en un proyecto de Farmamundi en Guatemala dentro del “Programa de Voluntariado en Cooperación para el desarrollo de Empleados Públicos de la Administración de Castilla y León”, financiado por la Junta de Castilla y León.
La iniciativa “Fortalecimiento de la integralidad y la pertinencia cultural en la atención en salud sexual y reproductiva de las mujeres y adolescentes indígenas en dos municipios de la Región Norte de Huehuetenango” contribuye a la mejora de la salud materna y la salud sexual y reproductiva (SSR) para la reducción de causas prevenibles de morbi-mortalidad materna en Guatemala, y beneficia de forma directa a unas 10.000 mujeres en edad fértil (incluyendo a 533 mujeres embarazadas) y 700 varones jóvenes de las 26 comunidades de intervención, 16 en San Pedro Soloma y diez en San Juan Ixcoy, en el Departamento de Huehuetenango.
Taller de salud materno-infantil
En una comunidad, Chiqui también participó en un taller de salud materno-infantil con promotores y promotoras de salud que organizaba ASECSA, nuestra principal socia local en Guatemala. “Fue un taller sobre agua, higiene y saneamiento, muy relacionado con la especialidad que tengo como médico, que es Medicina Preventiva y Salud Pública, y donde no pude utilizar las escasas palabras aprendidas en “q’anjob’al” ya que entre ellas hablaban el “quiché”. El taller, muy dinámico, se centró en la prevención de enfermedades con unas buenas prácticas de higiene: insistir en el correcto lavado de manos tantas veces como sea necesario, la potabilización y la cloración del agua, etc…».
En comunidades del norte del país, en San Pedro Soloma y Santa Eulalia, Chiqui se implicó junto al equipo de ASECSA en capacitaciones con promotores y promotoras de salud y con los Consejos Comunitarios de Desarrollo (COCODES) de comunidades cercanas. “Trabajamos sobre salud sexual y reproductiva, derechos sexuales y reproductivos, equidad de género, planificación familiar e infecciones de transmisión sexual (ITS). Fue el único desplazamiento que realizamos en transporte público. Tardamos unas nueve horas en recorrer 160 kms”. «Fue una experiencia muy interesante donde compartimos información hombres y mujeres. A pesar de ser una sociedad patriarcal, el taller se desarrolló con mucho respeto a las mujeres, hablando de temas como la violencia de género y los métodos anticonceptivos, entre otros aspectos”, continúa explicando Chiqui.
Durante su estancia en Guatemala, se celebró el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, el 25 de noviembre. “Asistí a la representación de lo que, con bastante frecuencia, pasa en las casas de las aldeas más alejadas (y no tan alejadas por desgracia). La obra fue interpretada por mujeres y aportaba datos demoledores: niñas de 16 a 20 años emparejadas por conveniencia, muchas veces por su propia familia y con hombres de edad avanzada; o el dato de que 7 de cada 10 violaciones producidas eran en menores de 18 años y en la gran mayoría, intrafamiliares”.
Con los COCODES en Santa Eulalia participó en actividades muy entretenidas para hablar claramente de las relaciones sexuales y los métodos anticonceptivos, donde se repartieron materiales a las comadronas y las Comisiones de Salud: “Charlamos sobre las emergencias obstétricas y mortalidad materna con las comadronas así como de la elaboración del Plan de Emergencias Comunitario con las Comisiones de Salud. Durante la visita a un Centro de Atención Permanente (CAP) las enfermeras solicitaron mi colaboración, en ausencia del médico en esos momentos, para curar un corte en la mano de una mujer. Limpiamos y curamos la incisión con los escasos medios de los que disponíamos, y pusimos tratamiento antibiótico, puesto que el hospital más cercano está a 4 horas en coche por caminos de difícil acceso”, concluye José Antonio Aguilera, que agradece en estas líneas el apoyo brindado por los equipos de ASECSA y Farmamundi en Guatemala, en la que considera una experiencia inolvidable.