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Guatemala y la salud materna, sexual y reproductiva de las mujeres

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Guatemala y la salud materna, sexual y reproductiva de las mujeres

Una experiencia de voluntariado gracias al “Programa de Voluntariado en Cooperación para el desarrollo de Empleados Públicos de la Administración de Castilla y León” financiada por la Junta de Castilla y León

Yo con comadrona y su certificado recién entregado en San Juan IxcoyHa sido una experiencia muy positiva y gratificante. Durante mi estancia en Guatemala he visitado varias  comunidades de los municipios de San Juan Ixcoy y Soloma, junto a David, Flor, Silvia, Anabella y Gustavo, parte del equipo técnico de nuestra ONG socia en el terreno, ASECSA. Realizamos varias capacitaciones, una de ellas con madres de menores con desnutrición y la segunda con comadronas. Para la formación, aplicamos diferentes dinámicas invitando a la participación y destacando la importancia de una correcta nutrición y  la alimentación en mujeres  embarazadas y sus bebés. También sobre el papel que juegan las comadronas en el periodo del embarazo y el puerperio”, explica José Antonio Aguilera Mellado, Chiqui, como le conocen todos sus allegados y amigos,  médico de profesión y que ha estado colaborando en un proyecto de Farmamundi en Guatemala dentro del “Programa de Voluntariado en Cooperación para el desarrollo de Empleados Públicos de la Administración de Castilla y León” financiada por la Junta de Castilla y León.

La propuesta de trabajo “Fortalecimiento de la integralidad y la pertinencia cultural en la atención en salud sexual y reproductiva de las mujeres y adolescentes indígenas en dos municipios de la Región Norte de Huehuetenango”,  contribuye a la mejora de la salud materna y la Salud Sexual y Reproductiva (SSR) para la reducción de causas prevenibles de morbi-mortalidad materna en Guatemala, y beneficia de forma directa a unas 10.000 mujeres en edad fértil (incluyendo a 533 mujeres embarazadas); y 700 varones jóvenes de las 26 comunidades de intervención, 16 en San Pedro Soloma y 10 en San Juan Ixcoy, en el Departamento de Huehuetenango.

Mujer, pobre e indígena, mayor exclusión
Las elevadas tasas de mortalidad materna y la constatación que el 90% de las muertes son prevenibles remiten a una situación de amplia tolerancia hacia las vulneraciones de los derechos humanos de mujeres y niñas. En el marco de un sistema profundamente heteronormativo – en cuestiones de etnia, clase, género y prácticas sexuales – y  asimétrico, son las mujeres, pobres e indígenas quienes acumulan mayor exclusión.

Por ello, y para reducir las causas que suponen riesgos prevenibles durante la vida fértil de las mujeres, el proyecto con ASECSA trabaja sobre cuatro componentes:

  • Mejorar la atención en SSR con enfoque intercultural y de género.
  • Aumentar las capacidades comunitarias e institucionales para la mejora de la salud materna, la SSR y la prevención de factores de riesgo.
  • Integrar el enfoque de derechos en la promoción de la SSR, y la prevención de embarazos no deseados.
  • articular un Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR) municipal, de base comunitaria, con la participación de mujeres, promotores y comadronas para garantizar la auditoria social en los servicios de salud sexual y reproductiva y atención a la violencia contra las mujeres en el marco del cumplimiento de la Ley para la maternidad saludable.
Con parte del equipo de trabajo de ASECSA.

Con parte del equipo de trabajo de ASECSA.

Chiqui cuenta que realizan talleres con adolescentes, sobre salud sexual, prevención de embarazos, violencia de género, así como para prevenir contra los efectos negativos de las drogas y el alcohol. “Acudimos a la escuela de una aldea para realizar un taller con adolescentes sobre las drogas y el alcoholismo, donde aplicamos dinámicas participativas que ayudan a crear un clima de confianza.  Además,  entregamos materiales y diplomas a los jóvenes participantes por su implicación”.

En las comunidades donde se desarrolla el proyecto “los vecinos hablan en castellano y en q’anjob’al.  El q’anjob’al es un idioma de la familia maya usado en Guatemala por la etnia del mismo nombre, y con el que se comunican cerca de 78.000 habitantes”, prosigue Chiqui, que concluye destacando los beneficios de las formaciones participativas. “Me gusta mucho cómo los y las compañeras de ASECSA y Farmamundi realizan las capacitaciones, ya que lo hacen con una cosmovisión maya y favorecen en todo momento la participación de las personas asistentes, con dinámicas muy animadas y divertidas. Ha sido un aprendizaje muy intenso, también de las tradiciones, idiomas y costumbres en estas comunidades”.

 

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